Todo nace en nuestros sueños, en nuestras ideas y en nuestro propósito de vida.

Somos libres de elegir nuestro camino sin dañar a nuestro prójimo.

Creemos en la libertad de pensamiento y en que somos diferentes pero también somos iguales. Creemos en el respeto entre los seres vivientes y el cuidado de nuestro entorno.

Estos principios nos llevaron a buscar y lograr un sueño, el primero, poder encontrar un lugar hermoso, un verdadero jardín espiritual al que hemos llamado בית אל (BEIT EL) que significa Casa de Dios.

Decidimos utilizar el hebreo como forma de acercarnos a nuestras raíces más puras, lejanas de conflictos entre los seres humanos, ya que creemos en la paz y la diversidad.

Nos tomamos nuestro tiempo para decidir el camino y como lograr el equilibrio entre disfrutar de nuestro hogar – jardín y buscar una producción que no impacte negativamente con el medio ambiente.

Así, decidimos crear אדמה חיה (ADAMA HAYA) que significa tierra viva con una orientación principalmente frutícola con árboles nativos para evitar introducir especies que puedan generar un impacto negativo en nuestro ecosistema.

Entendemos que el camino elegido no está exento de dificultades ni altibajos, pero vamos a buscar permanentemente la forma de lograr una producción consciente con la naturaleza y respetar otro principio que hemos llamado el ambientalismo activo.

Hablamos de ambientalismo activo a la decisión propia de afectar nuestras expectativas y la disponibilidad de nuestros propios bienes en beneficio de no dañar nuestro entorno, de establecer un santuario natural privado y a nuestro cuidado en las zonas de בית אל (BEITEL) que deben estar resguardadas.

Queremos utilizar las zonas que se sacrificaron desde hace décadas de una manera amistosa con el medioambiente y no expandirlas, sino buscar una forma de generar una especie de simbiosis que mejore la interacción entre el bosque nativo, la turba chilota, la producción y el hombre.